¡Hola, mujer poderosa! Bienvenida a este blog de la productividad donde seré tu guía personal en este viaje hacia el empoderamiento y el crecimiento personal. Así que vamos a comenzar por todo lo alto.
Hoy quiero que nos sumerjamos en un tema que, seamos sinceras, todas hemos enfrentado alguna vez, o tal vez muchas veces en nuestra vida y se trata de: el fracaso de nuestras metas.
¿Cuántas veces has sentido esa frustración al ver cómo tus sueños y objetivos se desvanecen? ¿Qué por más que pones todo de tu parte, nada sale como lo tenías planeado? En realidad, no estás sola, aunque no lo creas, ¡esto es más común de lo que imaginas!
Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Qué puedes hacer para evitarlo? Acompáñame a descubrir el porqué de todo esto, que pasa en nuestra mente, por qué nos saboteamos y terminamos fracasando en el cumplimento de nuestras metas.
He recopilado para ti 7 errores que te llevan a metas fallidas, estoy segura de que te identificarás con alguna o algunas de ellas y esa claridad dará repuesta a muchos de tus interrogantes, pero lo más importante es que te propondré estrategias y herramientas que te ayudarán a terminar con ese patrón.

1. Las metas difusas:
Lo más común cuando nos fijamos una meta es que esta sea vaga o carezca de claridad. Te apuesto que en más de una ocasión te has planteado metas del tipo: «quiero ser exitosa» o «quiero estar en forma». Pues déjame decirte que este tipo de metas carecen de claridad y especificidad. En el caso de que las cumplieras ¿Cómo sabes si las has alcanzado? ¡Difícil! ¿verdad?.
Estrategia ganadora: No te plantees metas que no podrás medir o que serán muy fácil de posponer y nunca llegarlas a cumplir, para eso te propongo utilizar el método SMART: Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y con Tiempo definido.
En lugar de decir; «quiero estar en forma», prueba a plantearte una meta como: «En tres meses quiero correr 5 km en 30 minutos».
2. Falta de planificación:
Cuando nos planteamos una meta, pero no tenemos plan para lograrla, es como si fuéramos en un barco sin rumbo. Es necesario tener un mapa detallado de lo que harás, en qué tiempo lo harás y cuáles son, uno a uno, los pasos que darás para alcanzarla
Puedes, en vez de dejar a la deriva tu meta, dividirla en pequeñas tareas establecidas en plazos que sean realistas.
Estrategia ganadora: Piensa en tu meta como un gran lienzo al final de una escalera, cada escalón corresponde a una actividad que desarrollas en pro de tu meta. Pero además, estos escalones deben tener una altura, que corresponde al tiempo que designas a cada actividad, escalones muy bajos (plazos muy cortos) harán que tengas que abarcar varias actividades al tiempo y por su parte, escalones muy altos (plazos muy largos) te llevarán a la posible procrastinación.
Para asegurarte de que no se quede ninguna actividad por realizar o que te hayas saltado actividades que eran importantes, puedes utilizar herramientas como calendarios, agendas o aplicaciones de gestión de proyectos.
Al final, aunque las metas bien estructuradas son muy importantes, gran parte de su éxito depende de una adecuada planificación.
3. Miedo al fracaso:
El miedo es una emoción que puede paralizarnos y evitar que siquiera intentemos alcanzar nuestras metas. Las críticas, el rechazo o el simple hecho de no lograr lo que te propones puede generar en ti un sentimiento de frustración e impulsarte a no seguir intentando, desistir de tus deseos y sentirte como una fracasada.
Pero tienes que saber que el fracaso no es el fin del mundo, este es solo una oportunidad para aprender y crecer. Alguna vez alguien me dijo que lo importante no es caer y levantarse, sino que cuando te levantes lo hagas consciente de todo lo que aprendiste en esa caída y que puedes seguir adelante con más sabiduría.
Estrategia ganadora: No te quedes solo en el “lo intentaré”, ¡hazlo! Intentarlo, es abrir la puerta a la posibilidad de que todo va a salir relativamente bien o relativamente mal y darnos el permiso de claudicar en cualquier momento del camino.
¡Celebra tus avances y valora el proceso!

4. Falta de motivación:
Todas hemos sentido ese bajón que produce la falta de motivación, esa sensación de que la energía se esfuma y las metas se ven lejanas. La falta de motivación no es una señal de debilidad, sino una pausa que te invita a reconectar con tu ‘por qué’.
Es posible que en el camino pierdas de vista tus razones profundas, esos motores internos que te impulsan a seguir adelante. Es como si tu GPS interno perdiera la señal. Esto no es motivo de preocupación, al igual que en cualquier GPS podemos recalcular la ruta y seguir adelante.
Tómate un momento para recordar ese algo que encendió tu motivación al principio, qué sueños están aún latiendo en tu corazón. “A veces, la motivación no se encuentra, se recuerda»
Estrategia ganadora: Cuando te sientas desconectada de tus metas y lo que te motivaron para diseñarlas, toma distancia de lo que te rodea, tal vez te sirva darte un baño en tu tina, ir a caminar, tomarte un vino en el balcón o terraza de tu casa, sentarte frente al mar o como lo estoy haciendo yo en este momento; escribiendo este post desde un hotel rodeada de mucha naturaleza y sin ruido que distraigan mis pensamientos.
Date ese tiempo para conectar de nuevo con tus pasiones y valores, piensa en los beneficios que te traerán alcanzar tu meta, por qué fue importante para ti esa meta cuando la construiste y encuentra tu “por qué”.
5. Perfeccionismo:
El perfeccionismo, esa voz interna que nos dice ‘no es suficiente’, puede ser un freno invisible en nuestro camino. Nos hace creer que solo el resultado impecable es válido, olvidando que el valor reside en el proceso, en el aprendizaje y en la valentía de intentarlo.
Piensa en el perfeccionismo como un jardín con demasiadas reglas: cada flor debe ser perfecta, todas deben ser iguales, cada hoja simétrica, cada color debe ser intenso e impecable. Pero la belleza real, la magia de ese jardín, reside en la diversidad, en las pequeñas ‘imperfecciones’ que hacen a cada flor única.
Estrategia ganadora: El deseo de que todo sea perfecto puede convertirse en un obstáculo, el miedo a cometer errores te paraliza y te impide avanzar, por eso date el permiso de progresar por encima de la perfección. Recuerda la frase “mejor hecho que perfecto”.
Ten siempre presente en tu mente que no existe nada perfecto, porque lo que para alguien si lo es, para alguien más no lo es. Los errores son parte del aprendizaje. No esperes a que las condiciones sean perfectas, ¡actúa ahora!
6. Influencia negativa:
Rodearse de personas pesimistas o poco motivadoras puede minar nuestra energía y confianza. En ocasiones estás rodeada de personas que solo descalifican tus sueños, tus metas y en ocasiones a ti misma. Posiblemente esas personas están mucho más cerca de lo que crees, en tu mismo entorno o en tu propia casa.
La mayoría de las veces no es fácil tomar distancia de estas personas, así que se hace necesario implementar estrategias que mantengan sus influencias lejos de nuestras metas.
Estrategia ganadora: Personalmente aplico dos técnicas que me ayudan mucho a mantener a salvo mis sueños. La primera es no hablar sobre mis deseos, mis sueños o mis metas, prefiero subir la escalera solita, a mi ritmo y sin nadie que me obstaculice el paso.
La segunda técnica que aplico es la de “la ranita sorda”. Esta es una fábula que aprendí en un seminario sobre cumplimiento de objetivos y aunque se haga largo este post te la contaré:
Había una vez una ranita que se cayó a un pozo, cuando llegó al fondo, la ranita puso todo su empeño para comenzar a subir para salir de allí, pero las paredes del pozo eran lisas, así que avanzaba dos pasos y caía nuevamente. Las otras ranitas se dieron cuenta de que su amiga estaba tratando de subir y comenzaron a gritarle “no es posible salir del pozo”, “no lo intentes, te va a quedar allí”, “el pozo es muy profundo, no vale la pena intentarlo” … la ranita, lentamente seguía avanzando aunque retrocedía constantemente.
Cuando la ranita logró salir del pozo todas las demás ranitas se preguntaban ¡pero, ¿cómo lo hizo?, ninguna ranita había logrado salido antes! Pasaba por allí una rana sabia y viendo el alboroto se acercó y preguntó ¿por qué tanto alboroto? A lo que las ranitas respondieron: ¡Esa ranita se cayó al pozo y logró salir, aunque le gritamos muchas veces que no era posible! La rana sabia respondió ¡es que ella es sorda!
Cierra tus oídos a quienes te digan que no puedes lograrlo y aunque a veces les creas, reconéctate con lo que te motivó en principio y sigue adelante.
Además, siempre podrás encontrar una red de apoyo de mujeres empoderadas que te inspiren y te alienten a seguir adelante, recuerda que si tienes cuatro amigas que les gusta el chisme, tu serás la quinta. Si tienes cuatro amigas emprendedoras y empoderadas, tu serás la quinta. Tu decides a que grupo quieres pertenecer.

Falta de flexibilidad:
La vida está llena de imprevistos y cambios. Ser demasiado rígidas con nuestros planes puede llevarnos a la frustración. Estoy segura de que en ocasiones te aferras a tus planes como si fueran rocas inamovibles, resistiéndote a la corriente. Pero la verdadera fortaleza reside en la flexibilidad, en la capacidad de adaptarnos y fluir con gracia.
Imagina que tus metas son cometas: hermosas, con una dirección clara, pero capaces de danzar con el viento, si este cambia, ellas ajustan su dirección. La flexibilidad no es rendirse, es inteligencia emocional en acción. Permítete fluir, abrazar la incertidumbre y descubrir nuevas rutas hacia tus sueños.
Estrategia ganadora: Ajusta tus planes de acuerdo con tus necesidades, no temas desviarte del camino trazado; hasta las grandes corporaciones van ajustando sus metas o presupuestos a lo que vaya dictando el entorno. Replantearte metas no tiene nada de malo, en ocasiones las metas que nos trazamos ya no se alinean con nuestro presente.
Ajustar actividades que te lleven a tus metas es un acto de flexibilidad que te va a permitir acelerar tu marcha o tomarte un tiempo adicional para llegar a donde quieres llegar. ¡No temas desviarte del camino! Ajusta tus planes según sea necesario.
Querida amiga, ¡no te rindas! El camino hacia el éxito está lleno de desafíos, pero también de grandes recompensas. ¡Confía en tu potencial y sigue adelante con determinación y pasión!
Espero que este artículo te haya sido útil y te de las herramientas necesarias para reconocer esos aspectos que no te permiten cumplir tus metas, pero sobre todo las estrategias para modificarlos. ¡Te invito a compartir tus experiencias y reflexiones en los comentarios!